Fin de Curso y la pandemia COVID-19.

  • Rita Asuar Gallego

En casi todos los finales de cursos me llegan muchas consultas de las familias pero en este curso tan "especial" que nos ha tocado vivir, con la pandemia del COVID-19, más aun. Las principales dudas:

  • Mi hija/o no se concentra.
  • La desmotivación es total.
  • Se enfada todo el rato.
  • No quiere hacer las tareas…

¿Os suenan? ¿Os resulta familiar?

Seguro que para muchas familia la respuesta es SI y es que esta circunstancia se da en la mayoría de las niñas, niños y adolescente en edad escolar. Si sí, habéis leído bien en la mayoría.

Y en esta época que nos ha tocado vivir de la pandemia del COVID-19 (con su confinamiento, desescaladas y la vuelta a esa

 supuesta “normalidad” de la que aún no sabemos mucho)…en la que nuestros hijos e hijas se han portado de maravilla (con sus más y sus menos, y cada

Y os preguntaréis, y esto ¿a qué se debe? casa es distinta) pero han aguantado como campeones y campeonas.

 Muchas veces sentimos que lo que hacen nuestros hijos e hijas es desobedecernos, retarnos y lo entendemos como una falta de respeto hacia la figura materna o paterna y tenemos sentimientos de frustración puesto que pensamos que nuestros hijas e hijas hacen lo que quieren y no tenemos el control.

A esto se suele sumar una sensación de preocupación acerca de su rendimiento, de las notas y de su evolución en las clases.

Pues bien, lo primero que tenemos que tener en cuenta es:

  1. NO LO HACEN POR FASTIDIARNOS, NO NOS ESTÁ RETANDO, ESOS SENTIMIENTOS SON INTERPRETACIONES QUE HACEMOS LAS PERSONAS ADULTAS DE LOS COMPORTAMIENTOS DE LOS MÁS PEQUES.

Y ahora muchos de vosotras y vosotros estáis, “qué sí que sí Rita, que me hij@ me reta, lo hace para enfadarme y hasta que no lo consigue no para”.

Os entiendo perfectamente, primero como profesional y, segundo, como madre.

Pero de verdad que la mente de nuestros peques no funciona así, ni si quiera en la adolescecnia. Al menos no, en la mayoría de los casos ni de las veces.

El problema es que el cansancio se va acumulando, para ellos y ellas y para nosotras, las figuras de apego responsables.

Cuando sentimos cansancio, nuestra mente se concentra peor, la atención baja y también el rendimiento y esto simplemente tenemos que tenerlo en cuenta.

Además, también llega el buen tiempo, verano y nuestros biorritmos así como los aprendizajes que nos dice que llega el tiempo de parar, piscina, vacaciones hace que nuestra mente y la de nuestros/as peques lo ansíen aún más.

¿O es que a las personas adultas no nos pasa igual cuando las vacaciones se acercan?

Y si, si estás pensando: “Pero yo me aguanto y cumplo con mis responsabilidades” …Mi respuesta es: “ ¡Enhorabuena, has entendido lo que son las responsabilidades adultas!" descarga 1  lol emojilol emojilol emoji

Por eso, cuanto mejores ejemplos seamos para nuestros hijos e hijas, más fácil será que se comporten como queremos, sin olvidar que en sus mentes, por mucho que le expliquemos la utilidad de los estudios, ese largo plazo no lo van a llegar a entender.

  1. ESTÁN APRENDIENDO LA GESTIÓN EMOCIONAL.

images    Y esto es un tema del que podíamos hablar lago y tendido y las personas que me conocéis sabéis que siempre trabajo. Y es que aunque no debería de ser complicado, lo que aprendemos desde la infancia, es a tapar emociones: “ no llores que no sirve de nada”, “enfádate lo que quieras pero va a ser peor”, “¿miedo? Vaya tontería” y un largo etc…que muchas veces tenemos grabados y nos salen casi de manera automática….deducimos que expresar emociones el malo y por eso contemos y cuando las “sacamos” lo hacemos de forma inadecuada, porque esos comportamientos nos llevan a dificultades de relaciones con quien tengo a mi alrededor.

Por eso, volviendo al tema tareas de clase, si cuerpo y nuestra mente están más cansados y/o ante situaciones de estrés, nuestra gestión emocional se dificulta porque nuestro cerebro está destinando energía a atender ciertas demandas y cuando surge la emoción se intensifica y si es más intensa, nuestra respuesta racional será más difícil de conseguir.

Y si esto es ya así de por sí, imaginaros si tengo un elemento externos que está aumentando mi estrés (es decir, mamá o papá o ambos diciéndome lo mal que me porto, los miles de castigos que van a caer si no me pongo y un largo etc que seguro que os suena…¿o no?

Entonces, ¿qué podemos hacer?

En primer lugar: PACIENCIA. Y ¿cómo puede conseguirla? Pues pensando que esto no va contra mí, que mi hijo-a no son mis enemig@ y que lo que necesitan es alguien que en lugar de reñirles, me entienda y luego me acompañen y animen para hacer lo que es mi responsabilidad.

Y ¿cómo se hace esto?:

Pues con validación emocional y empatía: “Cariño yo te entiendo, sé que estás cansad@, y es normal que te sientas enfadado (o la emoción que sea). A mí también me pasa a veces”

Recordad que todas las emociones tienen su utilidad y hay que validarlas, aunque no las entendamos y compartamos. Y NUNCA NUNCA QUITARLES IMPORTANCIA: “ Pues vaya tontería, ya verás cuando seas mayor”, eso no les vale de nada, solo les enseña a que sus cosas no son importantes para nosotras, sus figuras de apego primarias, su referencia y esto puede afectar a su seguridad y la formación de su autoestima.

Ofreciendo y acompañando: “¿qué necesitas?, ¿cómo te puedo ayudar?” Y si necesitan estar solos o solas, les damos tiempo y que sean ellas o ellos que nos avisen o nos llamen. Si somos capaces de darles espacio, vendrán a nosotros seguro.

Y sino mirad esta escena de INSIDE-OUT, haz click aquí

¡Ojo! Cuando vuelvan, nada de reproches tipo “ya estás traquil@, porque vaya numerito” esto lo único que hace es reactivar la emoción y/o hacerles sentir mal por sus emociones. Ahora no es el momento de hablarlo.

Y por último, REFORZANDO cuando se hace lo “correcto”: “qué bien, me encanta lo concentrad@ que estás, etc..”

 Si la escena se repite habitualmente, lo que haremos es buscar un momento por la tarde, que estemos en calma, llegaremos a un acuerdo de cómo hacer las tareas, dejando que ellos y ellas también decidan y acabaremos con una actividad divertida en familia. Los juegos de mesa son un recurso estupendo, otro día os hablaremos de ellos.

Así pues, ánimo a todas las familias, recordad que necesitan nuestro apoyo, cariño y comprensión y no olvidemos que todo lo que nosotras, las personas adultas sentimos y entendemos, ellas y ellos no lo pueden hacer igual y está bien, su mente está diseñada para aprender si, pero a través del juego, la experimentación, en la adolescencia sus iguales y a su ritmo.

Si tienes dudas, o ves que la situación es más compleja y no mejora, siempre puedes hacernos una consulta, pide tú cita conmigo.

Y recordad, el verano está para disfrutar y descansa, podemos aprender y repasar de muchas formas a través del juego, pronto os contaremos cómo.

Rita Asuar Gallego, psicóloga y psicopedagoga de Imaginaterapia.

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